viernes, 18 de diciembre de 2009

Los peores padecimientos de los artistas

Depresión, adicciones, aislamiento, sentimientos de culpa y de inferioridad son algunos de los atributos que caracterizan a la mayor parte de los artistas que la página de Internet Toptenz.net describe como "torturados". A continuación te presentamos cada una de sus historias.

Fiódor Dostoyevski, escritor:
Nació en Rusia en 1821, escribió importantes obras de la literatura, como Los Hermanos Karamazov y Crimen y Castigo. Su padre fue cirujano de un sanatorio mental y solía beber y golpear a su familia. Fiódor sufrió ataques de epilepsia de los nueve años en adelante y recibió un tratamiento cruel, que incluía choques eléctricos, para esa afección.
Más tarde, su padre fue asesinado y Fiódor albergó una gran culpa durante el resto de su vida. Sus primeras obras fueron bien recibidas; pero después, la crítica y los lectores se desanimaron y él se volvió alcohólico. Pasó varios años en una cárcel de Siberia debido a sus preferencias políticas y murió endeudado y deprimido.


Kurt Cobain, músico:
Cantante y compositor conocido por su éxito al liderar la banda de grunge Nirvana. Nació y creció en Aberdeen, un pequeño pueblo de Washington, EUA. Sufrió depresión durante gran parte de su vida, hecho que influenció varias de sus canciones y resintió especialmente el divorcio de sus padres.
Al terminar la preparatoria, fue incapaz de encontrar empleo y terminó trabajando como conserje de su antigua escuela. Ahí fue víctima de humillaciones por parte de sus ex compañeros que se enteraron del hecho. Encontró en la música un escape que lo llevó a alcanzar una fama que lo aterraba. Se cree que padeció trastorno bipolar y se considera un hecho que se suicidó presa de la depresión.


Sylvia Plath:
Reconocida especialmente como poetisa, encabezó junto a Anne Sexton la corriente de poesía confesional estadounidense. El Coloso, Ariel y Cruzando el agua son tres de sus obras poéticas más conocidas. Se casó con el escritor Ted Hughes, con quien no pudo hacer un buen matrimonio. Tuvieron dos hijos y se separaron. Al año, Plath se suicidó al inhalar gas doméstico. Estudios recientes señalan que padecía trastorno bipolar, hecho al que se pueden atribuir sus recurrentes depresiones. De hecho, su hijo Nicholas Hughes también se suicidó en marzo de 2009, tras haber llevado una vida solitaria y ser diagnosticado maníaco-depresivo.

Thomas De Quincey, escritor:
Perteneciente al movimiento romántico, nació en el seno de una familia acomodada, pero fue un niño frágil y enfermizo. Su padre murió cuando él aún era pequeño y fue educado por su madre. Ella era estricta y decidió sacarlo de la escuela para que no destacara demasiado. Al crecer, Thomas dejó a su familia y se fue a vivir en la pobreza. Retomó sus estudios, pero eso y su adicción a las drogas lo endeudaron bastante.

George Orwell, escritor:
Nació y vivió durante la primera mitad del siglo XX. Su pieza maestra se titula 1984. Su obra y su personalidad se caracterizan por la depresión y el pesimismo. Quienes lo han estudiado lo describen como alguien inseguro y que buscaba una figura paterna perdida.

Tennessee Williams, dramaturgo:
La mayor parte de su infancia la pasó luchando contra la difteria y el desdén que su padre le mostraba por considerarlo débil. Durante su juventud, una de sus hermanas fue diagnosticada como esquizofrénica y se le hizo una lobotomía. Williams plasmó en su obra el conflicto del que era sujeto a causa de la contraposición entre los valores de sus padres.
Su madre era religiosa y recatada, mientras que su padre era impulsivo y emocional. Gran parte de su vida sufrió al reprimir su homosexualidad y tuvo serios problemas de adicción. En 1969 colapsó mental y físicamente, después de ganar un premio Pulitzer, y murió pocos años después.


Henri Marie Raymond de Toulouse-Lautrec, pintor:
Se le clasifica como un post impresionista. Su infancia fue feliz, pero cambió del todo cuando se le manifestó una enfermedad congénita que afectó el desarrollo de sus huesos; sus padres era primos. Después sufrió fracturas en las piernas y creció apenas dos centímetros más de metro y medio . Se volvió adicto a la absenta, una bebida con muy alto contenido alcohólico y murió de 36 años, afectado por las adicciones.

Ludwig Van Beethoven, músico:
Su esplendor creativo inició en el periodo clásico y se extendió hasta el romanticismo. Su madre murió cuando él estaba en Viena en busca de aprender música directamente de Mozart. Gradualmente se fue quedando sordo, por lo que le fue cada vez más complicado componer música. Del mismo modo, se fue aislando y murió con un escaso nivel de convivencia social.

Ernest Hemingway, escritor:
Desde pequeño fue empujado por su madre a aprender música y arte, pero él prefirió actividades típicamente masculinas, como pescar y hacer deporte. Esas decisiones lo llevaron a un frente de guerra, en que cambió su visión de la vida. Volvió a su casa deprimido y con el corazón roto a causa de una decepción amorosa. Se cree que era maníaco-depresivo, a lo que se atribuyen sus constantes depresiones y su suicidio, ocurrido en 1961.

Vincent van Gogh, pintor:
Se le ha descrito como un niño tímido y emocional que luchaba por mantener su autoestima. Sufrió epilepsia desde su infancia y fue tratado con fármacos. La mayor parte de su vida se encontró deprimido. En 1888 se cortó una oreja con una navaja de rasurar y en 1890, de 37 años, se disparó en el pecho. Murió dos días después, desangrado en su casa. Había firmado unas 70 obras en sus dos últimos meses de vida.

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